lunes, 21 de enero de 2008

EL SUELO UN RECURSO NATURAL


El suelo es uno de los recursos que la naturaleza pone a nuestra disposición para subvenir a nuestras necesidades.
Del suelo obtenemos todos los productos de origen vegetal, algunos pueden directamente servirnos de alimento y otros permiten la alimentación de los animales, de los que no solo obtenemos nutrientes sino otra serie de productos como vestido, calzado y diversos enseres que facilitan nuestra vida.

Los vegetales no solo son el punto de partida de la cadena trófica sino que nos proporcionan fibras textiles, madera, resinas y un sin fin de productos de utilidad inmediata o diferida tras su transformación.
Los bosques y las masas herbáceas permiten mantener el equilibrio gaseoso de la atmósfera y los primeros contribuyen a regular el ciclo del agua en la naturaleza, favoreciendo la condensación de la humedad atmosférica y provocando la lluvia.
Todo lo que antecede no sería posible sin la existencia del suelo, que está limitado en su superficie y de la cual una parte, cada vez mayor, la hemos de dedicar a construir nuestras viviendas, las infraestructuras de transporte, las industrias e incluso a almacenar nuestros desechos. De ello podemos inferir que sin él no sería posible la vida sobre la tierra, al menos en la forma que la conocemos.
El suelo no es un cuerpo estático sino que mantiene un equilibrio dinámico con el medio que lo rodea. De modo que continuamente se está formando y destruyendo. Su destrucción está provocada por los fenómenos erosivos cuya intensidad natural es similar a la de su formación, una vez alcanzado el equilibrio y alcanzado el espesor máximo que corresponde a su situación natural. Desde este punto de vista, el suelo es un recurso natural renovable, mas la realidad es desgraciadamente diferente y en la actualidad se ha convertido en un recurso no renovable por la forma en que hemos incrementado la velocidad de destrucción mientras que la de formación permanece invariable.
La erosión natural del suelo no solo es un fenómeno consustancial con el mismo sino que es absolutamente necesario. Una vez que el suelo ha alcanzado un grado de desarrollo equilibrado con su medio se detiene la profundización del mismo, pues se detiene o atenúa muy fuertemente la alteración del material original al no existir la influencia de la materia orgánica que no alcanza esa profundidad. La vegetación que vive sobre el suelo necesita obtener de él una serie de elementos minerales, procedentes de la alteración del material original, que le son absolutamente imprescindibles. De este modo, cuando los minerales primarios se encuentran absolutamente alterados cesa el aporte de elementos nutritivos, lo que obliga a que la vegetación se vaya empobreciendo lentamente y disminuyendo el aporte de sus restos al suelo. El final sería una masa de material esteril incapaz de soportar ningún tipo de vida.
También la erosión natural del suelo permite el ensanchamiento de los valles generando amplias zonas llanas, pues la profundización y erosión superficial va desplazando la superficie en sentido perpendicular a la misma.
Con estos ejemplos pretendemos destacar que el problema no es la erosión sino el incremento en su velocidad, que provocamosEl suelo es una estructura dinámica formada por materiales orgánicos y minerales. Se encuentra cubriendo la corteza terrestre. Sirve de soporte a las plantas y les proporciona los elementos nutritivos necesarios para su desarrollo. El suelo está formado básicamente por sustancias en estado sólido, gaseoso y coloidal.
El estudio del suelo debe aportar herramientas para el desarrollo de actitudes conservacionistas sobre una investigación adecuada de tal manera que presente el suelo como un recurso natural renovable.
En el primer nivel del Bachillerato en Ciencias (IV año) al final del año escolar, durante ocho semanas se desarrolla el curso de Ecología dentro del cual se estudian los ecosistemas y por ende el suelo. Es importante resaltar el suelo como un sistema cambiante en constante desarrollo, con muchos procesos físicos, químicos y biológicos y con las condiciones ambientales ejerciendo modificaciones y alteraciones; tampoco podemos pasar por alto las alteraciones por parte de las actividades humanas que conllevan a problemas que redundan en la calidad de vida de las poblaciones.
Mediante este tema se trata de conseguir que los alumnos perciban el suelo como un recurso natural renovable y con una estructura cambiante como producto del clima y los seres vivos que sobre el viven. Más concretamente, que sean capaces de:
Describir los procesos y factores que intervienen en la formación y evolución de los suelos.
Describir la estructura y textura de los diferentes tipos de suelos.
Valorar la importancia de la conservación del suelo como recurso natural renovable.
Relacionar el concepto suelo en el contexto ciencia, tecnología y sociedad.
Diseñar y participar en actividades dirigidas al aprovechamiento racional de los suelos.
Identificar los estratos del suelo
Reconocer los principales tipo de suelos de una región
Reconocer la textura de algunos suelos
Analizar los componentes comunes del suelo
Determinar el pH de algunos suelos
Determinar la capacidad de drenaje de los suelos de una región
Realizar una investigación bibliográfica sobre uso de los suelos
Diseñar modelos del suelo a partir de formulación de hipótesis
Sensibilizarse frente a los problemas ambientales relacionados con el suelo.
1. Estructura del suelo
Actividad 1. ¿Qué interés puede tener para nosotros el estudio del suelo?
Comentario 1. Estudiamos el suelo por su difícil conceptualización y para poner de manifiesto su estructura, procesos y otros elementos de Educación Ambiental, que no encuentran en los contenidos del curriculum del Bachillerato en Ciencias y es por eso que proponemos introducirlos en el primer nivel del Bachillerato en Ciencias como inicio de la formación ecológica.
El suelo es uno de los recursos naturales renovables como el agua, la flora y la fauna. Su formación puede ser muy lenta y esto motiva un análisis de los mismos.
El suelo en sí es un sistema muy complejo de elementos minerales muy finos como las arcillas, como el limo, medianos como la arena y gruesos a muy gruesos como la grava y piedras. Estos elementos minerales dentro de los horizontes superficiales se encuentran mezclados con la materia orgánica compuesta por los desechos de plantas como hojas, tallos, frutos y de animales como sus desperdicios y millones de microorganismos vivos y sus despojos. Dentro del espacio que existe entre estos dos compuestos, o sea los poros, se encuentran el aire y el agua del suelo con sus diferentes componentes. Todo este complejo posee una gran actividad química y biológica que muchos denominan como el verdadero suelo; tiene un espesor de pocos centímetros hasta muchos centímetros. Y varía con la región. Es el espacio en donde las plantas se alimentan y lo traducen en cosechas. El resto del perfil o sea el subsuelo, está compuesto de elementos minerales y de espacios porosos ocupados por aire y agua donde las raíces de las plantas se anclan al suelo y obtienen humedad de zonas más profundas. con nuestra acción sobre el medio. Somos, pues, nosotros los que impedimos la renovabilidad del recurso suelo.


DEGRADACION DEL SUELO





El suelo es un recurso natural que contiene agua y elementos nutritivos que los seres vivos utilizan. Es vital, ya que el ser humano depende de él para la producción de alimentos, obtencion de recursos, etc. En él se apoyan y nutren las plantas en su crecimiento y condiciona todo el desarrollo del ecosistema.
El suelo es un recurso natural que corresponde a la capa superior de la corteza terrestre. Contiene agua y elementos nutritivos que los seres vivos utilizan. El suelo es vital, ya que el ser humano depende de él para la producción de alimentos, la crianza de animales, la plantación de árboles, la obtención de agua y de algunos recursos minerales, entre otras cosas. En él se apoyan y nutren las plantas en su crecimiento y condiciona, por lo tanto, todo el desarrollo del ecosistema.

LA EROSION







La erosión del suelo se está acelerando en todos los continentes y está degradando unos 2.000 millones de hectáreas de tierra de cultivo y de pastoreo, lo que representa una seria amenaza para el abastecimiento global de víveres. Cada año la erosión de los suelos y otras formas de degradación de las tierras provocan una pérdida de entre 5 y 7 millones de hectáreas de tierras cultivables. En los países subdesarrollados, la creciente necesidad de alimentos y leña han tenido como resultado la deforestación y cultivo de laderas con mucha pendiente, lo que ha producido una severa erosión de las mismas. Para complicar aún más el problema, hay que tener en cuenta la pérdida de tierras de cultivo de primera calidad debido a la industria, los pantanos, la expansión de las ciudades y las carreteras. La erosión del suelo y la pérdida de las tierras de cultivo y los bosques reduce además la capacidad de conservación de la humedad de los suelos y añade sedimentos a las corrientes de agua, los lagos y los embalses.
Los problemas más comunes en relación al suelo tienen que ver con las actividades de las personas. Al respecto, los problemas directamente derivados del uso antrópico de los suelos son actualmente muy severos. La erosión, la desertificación, la contaminación, la compactación, el avance de las ciudades y urbanización, y la pérdida de fertilidad, se encuentran entre los problemas más graves que afectan hoy a los suelos.
Erosión:
La erosión es la pérdida de suelo fértil, debido a que el agua y el viento normalmente arrastran la capa superficial de la tierra hasta el mar. El ser humano acelera la pérdida de suelos fértiles por la destrucción de la cubierta vegetal, producto de malas técnicas de cultivo, sobrepastoreo, quema de vegetación o tala del bosque. Las prácticas productivas sin criterios de protección, contribuyen en gran medida a que este problema se agrave cada día más.
La degradación del suelo reviste gran importancia, porque su regeneración es en extremo lenta. En zonas agrícolas tropicales y templadas, se requiere de un promedio de 500 años para la renovación de 2,5 centímetros de suelo.
El cultivo de tierras en lugares con pendiente aumenta la posibilidad de agotamiento del suelo fértil, ya que es muy fácil el arrastre de tierra por acción de la lluvia.La actividad minera ha utilizado grandes cantidades de leña, eliminando así la cubierta vegetal, imprescindible para la protección del suelo. Estas prácticas se remontan a la época de la colonia, cuando la deforestación acabó con ricas áreas forestales y las aridizó.
La erosión también puede afectar ecosistemas lejanos, como los de la vida marina. El suelo arrastrado al mar se deposita como sedimento y cambia la composición del fondo marino, sepultando vegetación y cuevas, y transformando el contenido químico de las aguas.
Es importante destacar que la erosión del suelo, además de afectar y alterar los ecosistemas, afecta seriamente a la gente y a la economía de un lugar. Hay una relación directa entre la disminución de la capacidad productora del suelo y la disminución de los ingresos de la comunidad.


LA CONTAMINACION

Los suelos poseen una cierta capacidad para asimilar las intervenciones humanas sin entrar en procesos de deterioro. Sin embargo, esta capacidad ha sido ampliamente sobrepasada en muchos lugares, como consecuencia de la producción y acumulación de residuos industriales, mineros o urbanos.
Otra actividad con riesgo ambiental de contaminación de suelos es la minería, por su poder modificador del paisaje y sus descargas de residuos tóxicos...El suelo también sufre la contaminación por residuos de pesticidas y otros productos agroquímicos, como los herbicidas y los fertilizantes. Algunos de ellos permanecen en el suelo, y desde allí se integran a las cadenas alimenticias, aumentando su concentración a medida que avanzan de nivel trófico.
La contaminación de suelos se da también por la mala eliminación y ausencia de tratamiento de basuras. Otro problema grave se presenta con los residuos industriales. El vertido ilegal de residuos industriales constituya un serio problema de contaminación del suelo.





LA DESERTIFICACION

La desertificación es la intensificación de la aridez. Cabe destacar que este término se utiliza para describir procesos causados por los seres humanos. En cambio, otro concepto llamado "desertización", se utiliza para describir el proceso natural de la formación de desiertos. La desertificación, definida como la intensificación de las condiciones desérticas y el decrecimiento paulatino de la productividad de los ecosistemas, es generada principalmente por el ser humano, que actúa sobre un medio frágil y lo presiona en exceso para obtener su sustento.
Cuando se tala vegetación para despejar tierras o usar leña, la capa fértil del suelo es expuesta a la lluvia y al sol, la corteza del suelo se endurece y se seca, impidiendo la infiltración de más agua. Así comienza el proceso de desertificación, ya que disminuye la filtración acuosa a depósitos subterráneos, y la capa de suelo superficial se erosiona y se convierte en estéril.
Las principales causas de desertificación son la agricultura ­de secano y riego­, la erosión hídrica y eólica, los cambios climáticos, el sobrepastoreo, la deforestación, los incendios forestales, la extinción de especies nativas de flora y fauna, y la expansión urbana.
Perdida de fertilidad por monocultivo y salinización:
Cuando se siembra la misma especie cada año, la tierra se deteriora. El trigo agota el nitrógeno y otros nutrientes del suelo. Si se continúa cultivando trigo en la misma tierra, disminuye la producción cada año. El monocultivo de especies forestales también es un problema por la misma razón. Se está viendo que el replante de pinos en el mismo terreno ya no es tan rentable, porque en la segunda y tercera plantación disminuye el ritmo de crecimiento de los árboles. Además de agotar las tierras, el monocultivo multiplica algunas plagas, pues éstas pueden contar siempre con el tipo de alimento al que están adaptadas.
La salinización del suelo es la acumulación de sales provenientes del agua de regadío y de los fertilizantes usados. Debido al exceso de sales, el suelo pierde la fertilidad.
Urbanización:
La urbanización es el avance y crecimiento de las ciudades y la edificación de nuevas poblaciones, las que generalmente se ubican sobre suelo fértil. De esta forma se pierde el mejor suelo agrícola, se impide la recarga de los depósitos de agua subterránea y se destruye mucha microflora y microfauna que vive en el suelo. Una gran parte de los suelos con alto potencial agrícola de muchos países se encuentran dentro de límites urbanos y el rápido crecimiento de las urbes amenaza las tierras.
Compactación:
La compactación del suelo se produce por el paso de personas, animales y vehículos en forma repetida por el mismo lugar. Esto provoca la desaparición de los espacios existentes entre las partículas del suelo, lo cual disminuye la cantidad de oxígeno presente y, por ello, la microflora y microfauna...
La degradación de los suelos es como una crisis silenciosa que esta avanzando tan rápidamente en América Latina que pocos países tienen la esperanza de alcanzar una agricultura sostenible en un futuro próximo. Es un problema que, a pesar de estar amenazando la subsistencia de millones de personas en la región, tiende a ser ignorado por los gobiernos y la población en general.
Los Gobiernos nacionales, provinciales y locales tienen la responsabilidad urgente de crear una mayor conciencia en la población acerca del deterioro de los recursos de tierras y de su efecto negativo sobre la producción agrícola y la economía de sus países.
Las causas de la degradación de suelos tienen su origen en factores socioeconómicos, en la sobre-explotación de la capacidad de uso de las tierras y en prácticas de manejo de suelo y agua inadecuadas.












DEGRADACION